Dicen que tanto el símbolo del género femenino como el del género masculino tienen su origen en la época medieval, que los habría copiado Carlos Linneo de un manuscrito y que vinculaban a astros galácticos con metales. El símbolo femenino estaría asociado al planeta Venus ya que uno de sus nombres proviene del latín phosphorus, es decir, lucero, portador de luz.