¿A quién podré compararte? ¿A quién te asemejaré, hija de Jerusalén?
¿A quién te igualaré, para poder consolarte, virgen hija de Jerusalén?
Porque tu desastre es inmenso como el mar: ¿quién te sanará?
Lamentaciones 2, 13
El dedo índice de la mano derecha me provoca.
Se extiende. Me toca.
Arrastra su caricia por mi palma.
Horada. Perfora. Habla.
Pájaro que llega hecho de Pan.
Y de Palabra.
Pluma que escribe tu Nombre.
Se instala.
Un sólo movimiento.
Sangre sagrada.
Tierra arrasada.
1° de noviembre de 2024
Imagen: Miguel Ángel, La creación de Dios (fragmento), 1512, Wikimedia Commons Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564)