Poblador de muchas vidas. Está en la mía desde hace muchos años. Poeta del amor adulto, digo yo. Trascendente.
Hoy lo hago mi huésped. Les dejo una poesía y la posibilidad de ver toda su obra.

Pedro Salinas (1891-1951), poeta, narrador, dramaturgo, ensayista y crítico literario, es el miembro de más edad de la generación del 27 de la que es uno de sus representantes más destacados. Nació en Madrid y murió en Boston.
Se doctoró en Filosofía y Letras. Fue lector de español en la Universidad de La Sorbona, París (1914-1917), ejerció como lector en la Universidad inglesa de Cambridge (1922-23) y fue catedrático de Literatura en la Universidad de Sevilla (1918-1926) y posteriormente en la de Murcia.
La voz a ti debida
Tú vives siempre en tus actos.
Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tú tocas.
De tus ojos, sólo de ellos,
sale la luz que te guía
los pasos. Andas
por lo que ves. Nada más.
Y si una duda te hace
señas a diez mil kilómetros,
lo dejas todo, te arrojas
sobre proas, sobre alas,
estás ya allí; con los besos,
con los dientes la desgarras:
ya no es duda.
Tú nunca puedes dudar.
Porque has vuelto los misterios
del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reloj
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya.
Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
-la única que te ha gustado-.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo.