Ella, tan mía, tan tuya, tan nuestra.
Ella, la que con sus ojos acumula la belleza de todos.
Ella, la de los ojos que son reflejo de los de su Hijo mirando al mundo.
Ella, a quien Dios la hace valer a sus ojos.
Ella, a quien le permite mirar como si fueran los propios.
Ella, mi madre, la tuya, la nuestra.
Ella, la de América.
Ella, la que también llora con nosotros.
LC
12 de diciembre de 2023